Al igual que con muchos adultos con TDAH, muchos niños con TDAH también experimentan una interrupción en su ritmo circadiano o en el sueño, debido al cambio de horarios por la rutina escolar o luego del período de vacaciones.
Los niños y los adultos se comportan de manera diferente como resultado de la somnolencia. Los adultos suelen volverse lentos cuando están cansados, mientras que los niños tienden a sobre compensar y acelerar. Por esta razón, la falta de sueño a veces se confunde con el TDAH en los niños. Los niños también pueden estar de mal humor, emocionalmente explosivos y / o agresivos como resultado de la falta de sueño.
En un estudio en el que participaron 2.463 niños de entre 6 y 15 años, los niños con problemas de sueño tenían más probabilidades de ser distraídos, hiperactivos, impulsivos y mostrar comportamientos de oposición.
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El TDAH está relacionado con una variedad de problemas para dormir. Por ejemplo, un estudio reciente encontró que los niños con TDAH tenían tasas más altas de somnolencia diurna que los niños sin TDAH. Otro estudio encontró que el 50% de los niños con TDAH tenían signos de trastornos respiratorios del sueño, en comparación con sólo el 22% de los niños sin TDAH. La investigación también sugiere que el síndrome de “piernas inquietas” o inquietud motriz son comunes en los niños con TDAH.Los niños con TDAH, con dificultades de aprendizaje o trastornos del comportamiento, en particular los que están a punto de ingresar o que ya están en la pubertad, a menudo sufren más que otros trastornos del sueño.
Es por ello importante que se sigan las rutinas regulares de la hora de acostarse y de la mañana. Si su hijo come, se ducha y lee antes de irse a dormir, asegúrese de que ese patrón se siga estrictamente durante los días que no debe levantarse temprano. Lo mismo se aplica por la mañana. Ducharse, vestirse y desayunar deben seguir la misma secuencia.
Para muchos niños con TDAH y afecciones relacionadas, la noche es el momento en que están más alerta mentalmente. Por lo general, esto está bien durante los fines de semana, cuando los niños pueden quedarse despiertos hasta más tarde si sus padres están de acuerdo, pero durante el ciclo escolar, no es recomendable dejar que los niños estén “ocupados” antes de acostarse. Una forma de asegurarse de que esto suceda es evitar los juegos ruidosos, los programas de televisión emocionantes, los dispositivos electrónicos y cualquier otra actividad que pueda energizar a su hijo.
La luz a la hora de acostarse o al despertar puede ser un problema para los niños con dificultades de aprendizaje. Las cortinas opacas pueden ayudar a fomentar el sueño por la noche y evitar que se despierte demasiado temprano por la mañana.
La comunicación es clave cuando se maneja el cambio de horario y el comportamiento en niños con TDAH. Hay que explicar de la manera más sencilla posible por qué hay que acostarse un poco más temprano cada noche y las rutinas que deben realizarse, y sea paciente con el comportamiento irritable y cansado que suele observarse cuando hay tanta variabilidad de horarios y rutinas.
Referencias
As reported by the National Sleep Foundation
Sleep Res. Junio de 2010; 19 (2): 379. Shur-Fen, Gau Susan [corregido a Shur-Fen Gau, Susan]